martes, 21 de octubre de 2008

Un cuento real



Por desgracia no puedo luchar contra dragones, salvarte de una torre enorme, no puedo liberarte de una maldición que te haga dormir durante siglos, ni acabar con la madrastra malvada que te hace la vida imposible, no puedo porque no existen, porque si existieran ten por seguro que tu príncipe azul sería yo. Pero tampoco existen los príncipes azules, ¿ o sí?. No te atacará un dragón, no te envenarán con una manzana, pero si puedes sentirte triste, seria, sola, engañada y muchas más cosas de las que deberíamos, de todo eso es de lo que yo te quiero salvar, porque no habrá un minuto en el que no sientas que no te quiero, porque no dejare que dejes de sonreír, porque nunca te voy a fallar y muchos menos dudar si eres de verdad a la que tengo que salvar, porque no habrá más princesas, porque quiero que los príncipes se conviertan en reyes, porque quiero llenar tu vida de detalles que te hagan los días perfectos, para que cuando llegue lo único de lo que no te puedo salvar pienses que tu paso por aquí ha sido realmente feliz. Por que habrá troles que también me ataquén a mí, pero no me dejaré vencer, no dudaré, si fallo en esta aventura no moriré pero no volveré a querer. Este cuento lo escribimos nosotros y te prometo que comeremos perdices.

martes, 7 de octubre de 2008

No sé si leerás esto, pero aquí te escribiré todo lo que me gustaría decirte sin miedo a que tus ojos no brillen al escucharlo, a que no aparezca una sonrisa en tu cara, a que tu reacción no sea un abrazo acompañado de un te quiero. Nada me gustaría más que la distancia entre nosotros desapareciera, que no hubiera un día en el que no pudiera verte, pero eso ahora mismo no es posible, aunque te aseguro que si supiera que sientes lo mismo por mi eso dejaría ser un problema porque iría donde estás. Ahora lo único que quiero que sepas es que no dejo de pensar en ti ni un segundo, que cada vez que cierro los ojos y recuerdo tus abrazos, tu piel, tus besos me entra una sensación de angustia por no tenerlos en ese momento, porque eres la droga más fuerte que he probado nunca. Me gustaría vivir tantas cosas contigo que tendrías que dedicarme toda tu vida para poder hacerlas, porque solo quiero que cada gracia que haga solo sea para sacarte una sonrisa, que cada piropo que diga solo sea para que entre en tus oídos, que cada mirada que heche solo sea para ti, que cada paso que dé sea para estar más cerca de ti. No sabes como añoro ahora mismo acariciar tu piel y que tu acaricies con tu yemas de los dedos la mía. Porque no serás nunca con la que estuve sino con la que debería estar siempre. Porque todas las noches miro las fotos en la que salimos los dos y pienso en lo afortunado que soy por haberte conocido, por haber nacido en el mismo lugar y época que tú y en lo desafortunado que soy por no poder estar en el mismo lugar. Solo pensar que tu me veas de otra manera y que algún día sentirás por otro lo que yo siento por ti, hace que momentos como en los que me operé sean un buenos recuerdos. Porque no sé que hacer para que te des cuenta que nadie te va hacer tan feliz como yo, que nadie te va a querer tanto y que nadie excepto yo se pasará el resto de los días recordándote porque lo elegistes. Sé que el tiempo dirá si debemos acabar juntos o no, pero son tantas las ganas de que llegue ese momento que no me importaría cerrar los ojos y perder ese tiempo para estar junto a ti.
Ojalá estés leyendo esto y pienses que debes estar conmigo, que tengas una sonrisa en tu boca, que te ilusione, que desees verme y abrazarme hasta que se duerman tus brazos. Ojalá esto me ayude a que pienses más en mí, a que hagas lo posible por estar cerca de mí y a que me veas con ojos de enamorada, porque el día que eso sea así sabrás lo feliz que puedes llegar a ser al estar con alguien que te quiere de verdad.
Sé que me estoy arriesgando mucho al ilusionarme contigo, porque tengo mucho que perder si no funciona, pero es más lo que gano si al final consigo que estemos juntos.
Te quiero

Sonrisas y lagrimas

Una buena amiga, que ha dedicado tiempo a leer mi blog y a preocuparse o a alegrarse por lo que aquí escribo me comentó que porque estaba tan triste, que porque no escribía cosas alegres. No es la única que me lo pregunta, mis padres no dejan de decirme que me pasa algo que no soy el mismo y tienen toda la razón. La verdad que desde hace unos años no tengo esa ilusión que te hace levantarte todos los días con la sonrisa en la cara, donde vivir un día más es un regalo y no una obligación. En general me paso el día riendo y agusto, pero eso ocurre porque estoy acompañado y me distraigo, pero cuando llega la soledad, mi mente comienza a pensar en cosas que realmente no me gustaría pensar, pero por desgracia es muy activa y no puede quedarse en blanco... Creo que la felicidad no es estar riéndote con tus amigos o que te estés con tu pareja y estés bien, eso solo son ilusiones, donde de verdad se ve si eres feliz o no es al tumbarte en tu cuarto y pensar si esos amigos están cuando los necesitas, si esa pareja cuando no está contigo en el mismo lugar se acuerda de ti, si al igual que tu haría lo imposible por estar contigo. Pensando esto, no me queda otro remedio que darme cuenta que me falta algo para ser realmente feliz, para ser él que era. Así que no puedo escribir cosas alegres porque realmente aún no soy del todo feliz que pueda ser. Con esto no quiero decir que sea infeliz, no me quiero imaginar como sería un día sin mis padres, sin comer, sin dormir, sin saber si al día siguiente voy a estar vivo, sin piernas,sin un suelo donde dormir como les sucede a tantísimas personas en el mundo, eso si son razones para que mané la tristeza. Y si pienso en eso sé que soy afortunado y eso me hace feliz, al igual que tantos pequeños momentos que llenan mis días, pero no puedo evitar olvidar ese vacío que comentaba antes, y no puedo evitar dormirme con un suspiro y despertarme pensando que ojala ese día al dormirme tenga lo que me falta para ser del todo feliz. Aunque no sé cuando, ni cómo pero sé que algún día escribiré aquí que soy del todo feliz, que ya no hay lágrimas, sólo sonrisas, esa sensación que hace que las cosas malas no sean tan malas.