martes, 7 de octubre de 2008

Sonrisas y lagrimas

Una buena amiga, que ha dedicado tiempo a leer mi blog y a preocuparse o a alegrarse por lo que aquí escribo me comentó que porque estaba tan triste, que porque no escribía cosas alegres. No es la única que me lo pregunta, mis padres no dejan de decirme que me pasa algo que no soy el mismo y tienen toda la razón. La verdad que desde hace unos años no tengo esa ilusión que te hace levantarte todos los días con la sonrisa en la cara, donde vivir un día más es un regalo y no una obligación. En general me paso el día riendo y agusto, pero eso ocurre porque estoy acompañado y me distraigo, pero cuando llega la soledad, mi mente comienza a pensar en cosas que realmente no me gustaría pensar, pero por desgracia es muy activa y no puede quedarse en blanco... Creo que la felicidad no es estar riéndote con tus amigos o que te estés con tu pareja y estés bien, eso solo son ilusiones, donde de verdad se ve si eres feliz o no es al tumbarte en tu cuarto y pensar si esos amigos están cuando los necesitas, si esa pareja cuando no está contigo en el mismo lugar se acuerda de ti, si al igual que tu haría lo imposible por estar contigo. Pensando esto, no me queda otro remedio que darme cuenta que me falta algo para ser realmente feliz, para ser él que era. Así que no puedo escribir cosas alegres porque realmente aún no soy del todo feliz que pueda ser. Con esto no quiero decir que sea infeliz, no me quiero imaginar como sería un día sin mis padres, sin comer, sin dormir, sin saber si al día siguiente voy a estar vivo, sin piernas,sin un suelo donde dormir como les sucede a tantísimas personas en el mundo, eso si son razones para que mané la tristeza. Y si pienso en eso sé que soy afortunado y eso me hace feliz, al igual que tantos pequeños momentos que llenan mis días, pero no puedo evitar olvidar ese vacío que comentaba antes, y no puedo evitar dormirme con un suspiro y despertarme pensando que ojala ese día al dormirme tenga lo que me falta para ser del todo feliz. Aunque no sé cuando, ni cómo pero sé que algún día escribiré aquí que soy del todo feliz, que ya no hay lágrimas, sólo sonrisas, esa sensación que hace que las cosas malas no sean tan malas.


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